jueves, 30 de julio de 2009

Por fin terminó!

¿Cuántas veces sentimos que perdimos el tiempo al lado de alguien que no nos valoraba; que no nos daba lo suficiente? ¿Cuántas veces soportamos cosas increibles, que dañaban el orgullo y sólo nos aportaba más dolor?

Nuestra amiga
X!0M@ quiere compartir una historia con nosotros...


Acabo de encontrarme este blog y después de leer todos los post me decidí a contar sobre mi ex. Ese muchacho que tomaba el mismo camión que yo para ir a la uni todos los días y un día se me acerco preguntándome por un amigo que teníamos en común y que yo no sabia que se conocían. Ese que supo, con palabras y detalles (por mas mínimos que fueran), hacer que pensara que era el hombre perfecto y terminó siendo un HDP. No puedo creer como es que me tenía totalmente embobada. Como nunca me di cuenta que en realidad a él no le importaba tanto como yo pensaba.


Todo empezó en octubre del 2002 a eso de las 6:45 am, ese día nos conocimos en el camión y desde ahí, todos los días nos íbamos juntos, a veces llegaba con una flor echa de papel y detalles de ese tipo. Empezamos a salir, pasaba mucho tiempo en mi casa, y yo a veces iba a la suya, a veces me llevaba a las reuniones con sus amigos. Todos creían que éramos novios, mas nunca lo fuimos.


Esa etapa duro casi un año hasta que un día el decidió hacerse el desaparecido, no supe de él en uno o dos meses, y después de la nada volvió a aparecer, me volvió a buscar como si nada hubiera pasado, siempre pensé que había caído en un hoyo negro que lo había transportado en el tiempo y espacio y por eso su ausencia y falta de memoria. En fin, este debió haber sido mi primera alerta pero no le puse mucha atención ya que siempre lo vi como una buena persona incapaz de hacer daño, aparte estaba muy agobiado por el trabajo, la escuela y los amigos.


Seguimos saliendo como si nada otros 6 meses y lo volvió a hacer, desapareció sin mas ni mas en enero del 2004 (señal numero 2), un mes después, el día de mi cumpleaños, recibí un mensaje de feliz cumpleaños muy emotivo muy temprano en la mañana que me hizo llorar todo ese día. Después de eso sólo supe de él una vez al mes o cada dos meses, sólo en las madrugadas, a veces cuando estaba algo ebrio (señales 3,4,5,6,…..)


Pasaron los años pero nunca perdimos contacto, hasta que a finales del 2005 me buscó según él súper arrepentido (y borracho) para decirme que me extrañaba y quería estar conmigo, que había cometido muchos errores y los quería remediar. Terminé con mi novio en turno por esta razón, pero el muchacho en cuestión se las arregló para darle largas casi un año más hasta que por fin, en noviembre del 2006, nos hicimos novios, con previa advertencia de que si terminábamos mal esa seria la última vez que sabríamos uno del otro.


Como verán pasaron años para que por fin fuéramos novios, yo todavía ingenuamente pensaba en él como una buena persona, aunque ya no con la confianza que le tenía al principio.


Seis meses después consigue el trabajo soñado, reconocido y muuuy bien pago, el cual requería ciertos sacrificios, largas horas en la oficina e infinidad de viajes tanto dentro como fuera del país. O por lo menos eso decía él... Cada vez nos veíamos menos hasta que un día me manda un email de “Buenos días mi amor” para mi con copia a otra mujer, después de ésto ahora si que fue la última vez que supe de él. Podríamos decir que todavía somos novios ya que en realidad nunca terminamos, simplemente desapareció, gracias a Dios por última vez.


A menos de un año de esto me entero que:


· Tiene novia

· Están comprometidos

· Ya tienen casa

· Están planeando una gran boda de ensueño en la playa…

· Que se convirtió al cristianismo, aunque desde que lo conocí siempre pregonó que no creía en la Iglesia

· Y que esta aprendiendo a tocar piano, que seguro como todos sus otros intereses dejará a medio aprender como:


  • el skatebording,
  • el tenis,
  • el fútbol americano,
  • el motociclismo,
  • su pequeña incursión en el mundo de la política,
  • el modelaje,
  • su dedicación por el manejo de un club nocturno,
  • la medicina que siempre quiso ejercer y no se atrevió a estudiar.

Siempre creí que era un “estuche de monerías” por estar metido en todo esto y mucho más, ahora me doy cuenta de que tiene un serio problema, no sabe lo que quiere y trata de abarcar todo lo que puede, pero al poco tiempo se cansa, lo deja y al final no se queda con nada.

Pues que se quede con su novia de familia rica, con las clases de piano que le da el cuñado, su propuesta de matrimonio mega preparada en un avión, con su boda de ensueño en la playa. Ojalá que al final no se termine cansando también de la futura esposa que, hasta donde se alcanza a apreciar, parece más un matrimonio por conveniencia que por amor.


Terminamos hace dos años y hace más de un año que sé de sus planes de boda, se está tardando... ¿y si huye?. Por lo pronto yo estoy feliz viviendo mi vida y tratando de compensar todo el tiempo que me hizo perder y créanme que ahora no he perdido para nada el tiempo ;-)



¿A ustedes les ha pasado algo similar?

jueves, 16 de julio de 2009

Una prueba letal

Repetí cuatro o cinco en voz alta:

"Mi ex está con una mina"



Si no te morís del dolor de panza... prueba superada.
Lo dejaste en el pasado definitivamente.

lunes, 13 de julio de 2009

Adiós mi amor...

Qué difícil es dejar atrás a un gran amor...

A todos nos ha sucedido
alguna vez querer a alguien y tan sólo por eso sostener una relación que sabemos de antemano no resultará, o insistir hasta el hartazgo, o estirarla de más. Y al que aún no le tocó vivirlo, ya le llegará su turno, es una ley universal.

La columnista de la semana es Elphaba y para la ocasión nos mandó una conmovedora
carta de despedida que le escribió a su ex marido. Les recomiendo que antes de leerla busquen una cajita de pañuelitos descartables.... después no digan que no les avisé.


Creo que merecíamos una despedida diferente; nuestra historia no fue ni de lejos completamente infeliz, por lo menos para mi, por lo que me hubiera gustado verte una vez mas a los ojos y darte las gracias por todo lo que aprendí a tu lado. Hoy entiendo que lo mejor fue que ese encuentro no se diera porque tal vez me hubiera faltado el valor para decirte adiós y darme la vuelta, como hoy lo hago.

Te amé, no sabes cuanto. Me dolió mucho no ser lo que tú querías que fuera, me dolió mucho reconocer que tú no eras para mí. Hoy veo con claridad que así como fuimos capaces de descubrir lo mejor del otro también sacamos lo peor de cada uno. A tu lado fui tan feliz como para sentirme en el cielo y con esa facilidad caía a un infierno que hasta entonces desconocía y que por mucho tiempo me negué a aceptar. Mi necesidad de ser lo que tu querías me llenó de una inseguridad que me convirtió en una persona que no me gustaba y que, obviamente, cada vez te gustaba menos a ti.

Hoy entiendo que no podría haber forzado que me vieras como la mujer ideal para ti, que nunca hubiera podido convencerte de ello, porque eso se siente, no se obliga. Una vez te dije que para mi en el amor las cosas tenían que ser fáciles y me olvidé de ello, pero hoy estoy convencida de que es lo que quiero.


Acepto mi culpa en lo que a mi me toca, aunque sinceramente no creo que sea culpa de nadie. Simplemente nos precipitamos y forzamos las cosas cuando en realidad no nos conocíamos o nos negábamos lo que nos convenía con tal de estar juntos, cerrando los ojos ante las diferencias que nos separaban desde un principio.

No te niego que no pierdo la esperanza de que ese amor que tu y yo defendimos tanto exista de verdad. Te doy las gracias porque ahora estoy segura de que cuando llegue tendré la madurez de no perderme a mi misma, y que quien me ame, me amará por lo que soy y no por lo que espere que sea. Siempre defendí que el amor verdadero es aquel que te hace crecer, eso sigo queriendo.

Espero después de todo que de este año y medio que pasamos juntos, lo que te quede sea los muchos momentos felices que compartimos, las canciones, los besos y los bailes, yo me quedo con eso guardado en un cajón, algún día lo sacaré y lo miraré con cariño, pero sin amor.

martes, 7 de julio de 2009

Facebook, ¿me estás cargando?

Ay Facebook, Facebook...

Prendo mi computadora contenta como todas las mañanas, chequeo mis mails, contesto alguno de urgencia, selecciono otros para responder después, abro el Facebook para poner alguna frase estúpida en mi perfil que me garantice reírme el resto de la tarde y ¿con qué me encuentro?

Personas que tal vez conozcas: xx
¿Quieres agregarlo como amigo?
Y una fotito de mi ex en primer plano...


A ver Facebook cómo te explico lo siguiente:

Estuve seis años para separarme; lloré como nunca creí que lo iba a hacer en mi vida; afronté un tratamiento psicológico; me atendí con una masajista china que me practicó acupuntura y me sacó de los ataques de pánico porque no soportaba el fracaso; me encerré por meses y ni siquiera atendía el teléfono; me costó horrores no autoboicotearme ante una nueva relación y así puedo seguir toda la tarde...

Entonces mi querido Facebook te contesto, ¿por qué no te vas a dar consejos a otro lado?

Ustedes, ¿agregarían a sus ex?