En mi vida no hay muchos ex y por suerte del único que puedo hablar mal es del hijo de Choli, pero como me duele mucho hacerlo, no creo estar lista para hacerlo ni aquí ni en mi blog. Por eso y para colaborar a la catarsis contra los ex, voy a contar mi experiencia cuando fui acosada por un ex por propiedad transitiva. ¿Ahh? ¿Cómo es eso? Se estarán preguntando…bueno pues aquí va la explicación:
En mis últimos años de secundaria, tenía una amiga incondicional, Vale, con la cual organizábamos salidas de lo más variadas. En una de esas salidas, más concretamente un día en la montaña, conocimos a Tincho y sus amigos. El flechazo fue inmediato, estuvieron todo el día charlando, riéndose juntos, boludeando; tanto que con la complicidad de sus amigos, se animó y armó salida a bailar para el próximo fin de semana (obviamente saldríamos todos en grupo). Fuimos a bailar, pero ya estaba todo dicho, ya que Tincho no aguantó hasta el próximo sábado y el martes estaba en la puerta de la escuela, obviamente con sus amigos, para disimular.
La relación iba re bien, y crecía día a día, pero Vale no estaba del todo bien, y me confesaba que Tincho era bastante celoso y la ahogaba un poco. Por esta y otras razones le dio salida. Y ahí empezó mi tortura...
Tincho estaba realmente mal porque Vale le había cortado, entonces quería hacer lo imposible por recuperarla, cuando ella ya no atendió el teléfono y lo echó literalmente a los gritos de la puerta de la escuela. Tincho empezó a perseguirme a mí para que le hiciera ver a mi amiga que lo mejor que le podía pasar en la vida era “estar con él”. Como yo no tenía teléfono, caía en mi casa a cualquier hora, me esperaba a la salida de Inglés (a la escuela no iba porque Vale ya lo había echado de ahí). Un domingo llegó a ir a la puerta de la iglesia a esperar que yo saliera de misa, había pasado por casa antes y mi vieja le dijo que yo estaba ahí. ¡¡¡ENFERMOOOO A QUIEN SE LE OCURRE IR A BUSCAR A ALGUIEN UN DOMINGO A LAS 9 DE LA MAÑANA!!! Eso fue lo último que le permití a este pichón de acosador con el corazón ¿roto?
¿Cómo hice para sacármelo de encima? Me conseguí un “novio” bien grandote y muy celoso que le dio un sustito a la salida de inglés. En realidad era mi amigo el gordo, que se hizo pasar por mi novio y le dijo que si seguía jodiéndome lo iba a cagar a trompadas. Ahí se terminó el castigo.
Ya lo ven, tengan cuidado, no sólo nuestros propios ex pueden trastornarnos la existencia...