Por fin se animaron. Como este blog no es feminista y está abierto a todos, me alegra presentar al primer valiente que mandó su texto. Bang, bang, bang, estoy muerto comparte su historia de amor y desamor con nosotros...
Con mi ex sufrí una extraña metamorfosis digna de un pequeño relato, plagio a Kafka.
Llevábamos un poco más de tres años cuando decidí dejarla. Las cosas entre ella y yo habían sido perfectas durante un año y medio, hasta que ella me puso el gorro, justo el día en que cumplíamos un año y no se cuántos meses juntos.
Me llamó entre llantos, me decía que necesitaba hablar conmigo, que me amaba y bla, bla, bla. Colgó y caminé a su casa, adivinando lo que me diría. Apenas todo salió de su boca (que se había confundido pero que ahora se daba cuenta de que había sido un error, etc.), me limité a decirle que no me llamara más, que no quería verla ni hablar con ella. Dicho esto, me fui.
A pesar de que sentía que el cielo se me caía encima, quebrándose en mi espalda, caminé lo más recto posible y sin botar ni una sola lágrima dejé su casa atrás. Obviamente, una vez en mi cuarto, en soledad, las cosas fueron distintas. Para resumir un poco esta primera parte, les cuento que los días siguientes estuvieron llenos de mensajes de texto en el celular, llamadas, llamadas y más llamadas.
Esta etapa terminó un día en que ella llegó hasta mi casa, con una carta, lágrimas, y la promesa de que ya no me llamaría más. Al otro día supe que esa misma tarde, la chica se había tomado unas pastillas, remedios de su madre, no se bien que hacían, solo que relajaban. Nada más.
Obviamente al enterarme, quise saber como se encontraba. No se bien qué pasó por mi cabeza, pero terminamos juntos otra vez. Aunque ahora las cosas eran un poco más complicadas. Yo no confiaba mucho en ella y ella hacia de todo para que yo si confiara. Como sea, fue solo un gran error.
Con el tiempo me fui enterando de cosas, como por ejemplo, que el tipo con el que ella se metió ya se le había declarado hace mucho, y otras cosas pequeñas, pero que en ese momento tomaban otras dimensiones. Repito que desde aquí todo fue un error, y a pesar de todo, seguimos juntos.
Pasó un año y medio, era agosto cuando decidí terminar con ella. No le tenía confianza, siempre he pensado que si amas a alguien, por mas que te ‘’caliente’’ otra persona, harás uso de la razón y no será infiel, al menos lo he hecho así, y claro, quizás, en el momento sea difícil decir no a las provocaciones, pero va en mínimo de respeto (hubo quien me dijo que yo exageraba), y me di cuenta de que ya no la amaba.
Pasaron los días y ahora los mensajes no iban al celular, sino al Facebook. Me pedía que le dijera por qué había cortado con ella, si era porque había conocido a otra mujer o qué. Ahora que lo pienso, me habría encantado que la razón de nuestra ruptura hubiese sido por otra mujer, pero, lamentablemente no fue así. En fin, se lo dije, y al tiempo descubrí que nunca me creyó.
Después de un tiempo de haber terminado, a veces la veía, sobre todo en las noches, cuando salía con amigos, ella estaba ahí. Nunca tuvimos ‘’ mala onda’’, pero no nos pescábamos mucho.
Así pasó el tiempo y llegó el verano. Ya casi no nos veíamos, hasta que recibí un mail de ella. En el correo decía que cada vez me parecía más a S (mi mejor amigo) y que cuidara a mis amigos, porque lo único que estaba consiguiendo era alejarlos más de mi. Ok, aquí realmente quedé marcando ocupado. Primero, sí, me parezco en muchas cosas a S pero a lo que ella se refería era a su fama de ‘’lacho’’, ‘’infiel’’, ‘’mujeriego’’ y en eso no nos parecemos nada, y en cuanto a lo de mis amigos… ¿?
No se que pude haber hecho para que, según ella, se alejaran de mi. Después de eso, me llamó para decirme lo mismo y agregar cosas que un amigo había dicho de S y de mi (luego de mucho tiempo, en esas conversaciones de carrete, con cigarro y vaso en mano supe que lo que mi amigo supuestamente había hablado fue sólo un malentendido).
Seré majadero en este punto, pero, eso de los errores se me dio mucho con ella, pues, pasado el verano, nos vimos, hablamos, y decidimos intentarlo nuevamente. Como que el amor por ella me volvió a nacer.
Fueron dos semanas, la primera, llena de lindos detalles, palabras románticas, llamadas por teléfono y toda cursilería que tanto gusta en una pareja. La segunda, empezó mejor. Llegó a tal punto que, durante el sexo, una tarde, ella dijo que me amaba. Ahora me doy cuenta de que durante el sexo se pueden decir tantas cosas, que es mejor volver a escucharlas con el cuerpo frío.
Llegó el viernes y llegaron las discusiones. No nos vimos hasta el domingo, día en que, una vez más, me di cuenta de que todo había sido un error, bastante estúpido, por cierto. Con una frialdad en su rostro, que hasta entonces era desconocida para mi, me dijo que no quería seguir conmigo, que yo sólo le hacia daño, que era egoísta, mentiroso, la trataba mal y que ella había conocido a alguien mas.
Imagínense mi cara en ese momento. Habíamos discutido el viernes, pero nada serio y luego de dos semanas llenas de lindos detalles, decía que yo solo la hacia sufrir y que sabia perfectamente que cuando terminé con ella, había sido por otra mujer y no porque ya no la amaba, como le expliqué.
Pasaron los días y un amigo me cuenta que se había encontrado con ella, que él le preguntó por mi y que ella le respondió que no quería saber nada más de mi, que le había hecho mucho daño y que le daba miedo (?). No sólo se lo dijo a mi amigo, sino también a la novia de S y además se dio el tiempo de decirle a sus amigas, como me enteré mas tarde, que yo era un loco, que era un drogo y que solo la hacia sufrir. En resumidas cuentas, se puso el disfraz de víctima y a mi me dejó el de villano.
Al final, terminé con la fama de drogo, loco, malo, y que se yo… un verdadero monstruo urbano, caminando por las calles de mi city, a tal punto que, una vez en un negocio, unas chicas me miraron, murmuraron entre si y se preguntaron: "¿ese es N?". No las conocía, luego, veo a una amiga de mi ex que me saluda y a las otras que me miraban como si miraran a un bicho raro. Obviamente fue bastante incómodo.
Lo peor de esta ‘’fama’’ gratuita que me hizo la linda de mi ex, fue que llegó hasta oídos de mi madre. Obviamente me creyó a mí, pero no dejó de molestarme que otra gente hablara mentiras de mí. Y además, a pesar de todo, igual tenia buenos recuerdos de mi ex y es penoso que alguien con quien tuviste lindos momentos, de repente esté inventando cosas de ti.
Como sea, ahora me lo tomo con humor, como que me está gustando mi alter ego, mi lado B… a pesar de ser peligroso, intimidante, drogadicto y un poco loco, creo que tiene estilo jajajaja.
Dr. Jekyll (Bang, bang, bang, estoy muerto)