2003: Quinceañera enamorada de un pibe de barrio, consigue que el susodicho le robe un beso en un diciembre de luna llena y viento de primavera. Consecuentemente Je! mantiene idilio con el pibe que antes de estrenar el año venidero ya le dice chau chau adiós.
2004: A fuerza de tesón y lágrimas de adolescente romántica, Je! consigue, ahora en otoño que el pibe vuelva a los besos, los abrazos y esas cursilerías típicas del amor adolescente. Antes de que termine el mes de junio, pibe y Je! están en un boliche, pibe en una pista, Je! bailándose unos rocanroles en otra... y acá viene lo feo, Je! decide ir a robar un beso furtivo a pibe y lo encuentra totalmente apostado en una columna con un mamarracho (lo que hace doble la indignación). Je! dice, o le pego o lloro... decide llorar e irse mejor.Pasan los meses y entonces, se entera por amigos en común que éste mamarracho lo había atrapado como novio, que no la soportaba (a Je!) y que él se estaba por ir a vivir con ella (por una mala relación familiar). Je! lloró y lloró por años, incluso, no podía siquiera hablarle a pibe, porque venia mamarracho a surtirla... y así fue que Je! dijo "que sean felices y coman perdices (fuck)" y rehizo su vida, dos laaaaargos años.
2008: Je! se entera por amiga de la hermana de pibe que se separaron pibe y mamarracho (casi al mismo tiempo que Je! y X). -acá en el medio se dan una serie de hechos fortuitos que omito por ser muy largos e ingenuos, pero que me revolucionaron la vida- Último dia del año, Je! que aún recordaba el mail de pibe, escribe y escribe (ayudada por Blonda), chatean, Je! en el trabajo con el corazón a punto de estallar. Esa misma noche se ven de casualidad y los ojos brillan como nunca.
2009: Dos semanas de msn y un encuentro que revolucionó el cielo, y otro encuentro y otro y otro.... y así se sigue. No me importa que tenga la inicial de mamarracho en letra china tatuada en la muñeca, se peleó y volvió hasta mi. Si me quedo hoy con él o no, ya poco importa, pero no saben que placer es haberle ganado la batalla a un mamarracho. El que ríe último ríe mejor dicen. Y yo, afirmo.