¿Llega un día que te gana por cansancio y lo agregás?
jueves, 10 de noviembre de 2011
#Reflexión (recargada)
Y si todos, pero todos, los días de tu vida Facebook te sugiere a tu ex como amigo...
jueves, 6 de octubre de 2011
martes, 5 de julio de 2011
Dilema...
Ves al ex de tu mejor amiga/o con otra persona, a unos pocos días de que la haya dejado.
¿Qué hacés? ¿Se lo contás?
¿Qué hacés? ¿Se lo contás?
miércoles, 29 de junio de 2011
Quiero matar a tu ex...
Encontraste al hombre de tus sueños: además de tener todas esas cualidades que buscabas, él está loco por vos. Pero abrís un cajón de su casa y te encontrás con una foto de su ex pareja. "¿Por qué aún la converva?", pensás. Y tu vida se desmorona... ¿Tiene sentido? ¿Realmente se desmorona?
Pueden leer más, aquí.
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Ex por herencia,
La ex de mi pareja merece morir
miércoles, 11 de mayo de 2011
¿Es necesario volver a vernos?
Reencuentro e ilusión, ¿es bueno revivir por un rato a un viejo amor, aún sabiendo que luego le seguirá perteneciendo a otra persona y que lo deberemos dejar ir? Nuestra nueva protagonista, nos regala esta historia para reflexionar y para que la ayudemos a tomar una decisión...
Y de pronto, decides reaparecer. Después de dos años, me haces la promesa de un nuevo encuentro. Me pregunto cuánto habrás cambiado. Supongo que el matrimonio hizo de ti un hombre diferente al que conocí. Seguramente tendrás muchas historias que contar. Quiero verte y escucharte, y al mismo tiempo me atormenta que me cuentes lo que no quiero escuchar.
Tengo una ilusión enorme por verte, y tengo ganas de vivir ese instante en el que nos vemos y nos reconocemos, después de tanto tiempo. ¿Dónde nos veremos? ¿Cómo será ese instante? ¿Ocurrirá? Estás cerca pero igual te siento lejos. Corren las horas y los minutos pero siento que no van a ningún lado. No siento la inminencia de ese encuentro. Quizás ya se escapó y no fue, no será.
Lo mismo de siempre, las dudas que nunca me dejaron saber cuán importante fui en tu vida. ¿Tendrás algo importante que decirme? A veces pienso que sí, que no me habrías buscado con tanta vehemencia, ni con tanta anticipación si no fuese así. Pero, ¿cómo puedes tener algo importante que decirme si hace tanto tiempo que no nos vemos, y en ese lapso te casaste?
No, claro que no me vas a decir nada importante. Es sólo la curiosidad que te mueve a verme porque estás cerca. O será que es más importante lo que no se dice. ¿Para qué nos vamos a ver? Si sabemos de la magia que hay entre nosotros. No lo dices, quizás nunca lo admitas, pero algo le pasa a un hombre que busca a una mujer con la ansiedad con la que me buscaste para decirme que venías, con dos meses de anticipación. Y moviste el cielo, el mar y la tierra hasta dar conmigo. Ese es tu lenguaje.
El lenguaje de tus acciones es tan elocuente y diferente al lenguaje de tus palabras, y ese es el que yo entiendo. Te intuyo en un nivel tan profundo que veo una foto tuya y en tu mirada veo la nostalgia por mi. Al día siguiente me llamaste. Quisiera que vieras en mi a la misma de siempre pero diferente. No quiero demostrarte nada. Quiero poder ser capaz de mantenerme ecuánime frente a ti, que me veas simpática, dueña de mi misma, segura, risueña y tranquila, pero también con energía. No quiero que una mirada o un gesto delaten que aún sigo enamorada de ti, que no he podido olvidarte. No es que quiera ocultarlo, tú bien lo sabes. pero te casaste, y yo, sigo sola y sigo enamorada de ti.
Me parece que es la felicidad que intuyo en ti la que me va a mirar desde un pedestal bien alto, con cierta compasión. Pobre, aún me ama. Pero no te equivoques, querido. si en algún momento me gana el sentimiento y éste se trasluce a través de alguno de mis poros, que te quede claro que amarte no significó una derrota. El amor me hizo más fuerte y más grande. Me aportó ilusión y vida y también fuerza creativa. Nuestra historia, no terminó frente a un altar. Pero no por eso fue menos importante. Supe levantarme del dolor de haberte perdido, o mejor dicho, de comprobar que nunca fuiste mío. Y he sabido amarte con alegría, con la felicidad de las horas vividas junto a ti.
¿Qué voy a hacer cuando esté frente a ti? ¿Qué cara voy a poner si me cuentas de tu vida conyugal, de la maravillosa luna de miel que seguramente tuviste? Supongo que respiraré hondo y pondré mi mejor cara de alegría y celebraré tus triunfos personales, y al final te desearé, una vez más y como siempre, lo mejor. Así es el amor. Y tengo ya, las cejas depiladas, los labios hidratados, los pies lindos. Tengo el vestido y tres atuendos más para elegir de acuerdo al clima, a la hora, al lugar en donde quizás nos encontremos. Compré todo en España, hasta un reloj nuevo de Agatha, cartera, diferentes sandalias, mucha ropa linda. Ojalá ese día brille el sol y yo junto con él. Ya sólo espero tu llamada cuando estés acá, cerquita, a minutos de mi. Estoy lista para verte.
Y de pronto, decides reaparecer. Después de dos años, me haces la promesa de un nuevo encuentro. Me pregunto cuánto habrás cambiado. Supongo que el matrimonio hizo de ti un hombre diferente al que conocí. Seguramente tendrás muchas historias que contar. Quiero verte y escucharte, y al mismo tiempo me atormenta que me cuentes lo que no quiero escuchar.
Tengo una ilusión enorme por verte, y tengo ganas de vivir ese instante en el que nos vemos y nos reconocemos, después de tanto tiempo. ¿Dónde nos veremos? ¿Cómo será ese instante? ¿Ocurrirá? Estás cerca pero igual te siento lejos. Corren las horas y los minutos pero siento que no van a ningún lado. No siento la inminencia de ese encuentro. Quizás ya se escapó y no fue, no será.
Lo mismo de siempre, las dudas que nunca me dejaron saber cuán importante fui en tu vida. ¿Tendrás algo importante que decirme? A veces pienso que sí, que no me habrías buscado con tanta vehemencia, ni con tanta anticipación si no fuese así. Pero, ¿cómo puedes tener algo importante que decirme si hace tanto tiempo que no nos vemos, y en ese lapso te casaste?
No, claro que no me vas a decir nada importante. Es sólo la curiosidad que te mueve a verme porque estás cerca. O será que es más importante lo que no se dice. ¿Para qué nos vamos a ver? Si sabemos de la magia que hay entre nosotros. No lo dices, quizás nunca lo admitas, pero algo le pasa a un hombre que busca a una mujer con la ansiedad con la que me buscaste para decirme que venías, con dos meses de anticipación. Y moviste el cielo, el mar y la tierra hasta dar conmigo. Ese es tu lenguaje.
El lenguaje de tus acciones es tan elocuente y diferente al lenguaje de tus palabras, y ese es el que yo entiendo. Te intuyo en un nivel tan profundo que veo una foto tuya y en tu mirada veo la nostalgia por mi. Al día siguiente me llamaste. Quisiera que vieras en mi a la misma de siempre pero diferente. No quiero demostrarte nada. Quiero poder ser capaz de mantenerme ecuánime frente a ti, que me veas simpática, dueña de mi misma, segura, risueña y tranquila, pero también con energía. No quiero que una mirada o un gesto delaten que aún sigo enamorada de ti, que no he podido olvidarte. No es que quiera ocultarlo, tú bien lo sabes. pero te casaste, y yo, sigo sola y sigo enamorada de ti.
Me parece que es la felicidad que intuyo en ti la que me va a mirar desde un pedestal bien alto, con cierta compasión. Pobre, aún me ama. Pero no te equivoques, querido. si en algún momento me gana el sentimiento y éste se trasluce a través de alguno de mis poros, que te quede claro que amarte no significó una derrota. El amor me hizo más fuerte y más grande. Me aportó ilusión y vida y también fuerza creativa. Nuestra historia, no terminó frente a un altar. Pero no por eso fue menos importante. Supe levantarme del dolor de haberte perdido, o mejor dicho, de comprobar que nunca fuiste mío. Y he sabido amarte con alegría, con la felicidad de las horas vividas junto a ti.
¿Qué voy a hacer cuando esté frente a ti? ¿Qué cara voy a poner si me cuentas de tu vida conyugal, de la maravillosa luna de miel que seguramente tuviste? Supongo que respiraré hondo y pondré mi mejor cara de alegría y celebraré tus triunfos personales, y al final te desearé, una vez más y como siempre, lo mejor. Así es el amor. Y tengo ya, las cejas depiladas, los labios hidratados, los pies lindos. Tengo el vestido y tres atuendos más para elegir de acuerdo al clima, a la hora, al lugar en donde quizás nos encontremos. Compré todo en España, hasta un reloj nuevo de Agatha, cartera, diferentes sandalias, mucha ropa linda. Ojalá ese día brille el sol y yo junto con él. Ya sólo espero tu llamada cuando estés acá, cerquita, a minutos de mi. Estoy lista para verte.
viernes, 29 de abril de 2011
¿Cómo detectar una infidelidad?
Hace unos meses, el movilero que se ve en este video intentaba abrirle los ojos a esta chica pero ella, en su rol de comediante, no supo ver lo que vendría. El plantel de Independiente había salido campeón y como todos los equipos que dan la vuelta, los festejos terminan con prostitutas. Sea un equipo de primera o uno de barrio. No falla.
Cinco meses después, el país de desayunó con una noticia devastadora para esta señorita: Busse, su novio y jugador de Independiente, fue víctima de un grupo de viudas negras. La cosa fue así: Busse la llamó a las 12 de la noche para desearle las buenas noches y perder el contacto hasta el día siguiente. A los dos minutos estaba en su auto rumbo al Casino de Puerto Madero. El muchacho y su hermano invitaron a un grupo de 3 chicas a tomar champán, el rito siguió en la casa de su novia (aprovechando que ella estaba en otra provincia) con la ilusión de armar un terrible fiestón. Pero, las chicas tenían otros planes para ellos, porque a los dos minutos el polvito que le metieron a las copas causó efecto y le estaban desvalijando el departamento.
Alertados, los vecinos llamaron a las autoridades de Independiente y sólo unas horas después la noticia saltaba a los medios. Le robaron un LCD, una computadora, dos celulares, un iPad, algo de dinero, su coche importado y ¡su perro!
Hoy su novia seguramente se avergüenza al ver este video donde se reía de las posibles andanzas de su novio. "A mi me dijo que se fue a dormir jajajaja". Sí, querida, ayer también se fue a dormir.
Nunca lo crean.
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Este también merece la muerte,
Reality
martes, 26 de abril de 2011
Tarde querido, ¡tarde!
Llega desde Venezuela esta historia de Sil, quién prefiere ser previsora y matar a su ex antes que él acabe con su salud mental. A ver qué opinan...
Mi primer y único novio lo tuve a los 17 años, con él me casé a los 24 y hasta hace poco éramos felices comiendo perdices. Ahorita tengo 31 años y llevamos juntos casi 14. A los 26 tengo a mi primer hijo, y desde un poquito antes las cosas estaban cambiando entre nosotros. Yo estaba muy enamorada pero él no me daba mucha bola: discusiones y peleas de por medio, yo no soy de salir mucho y él no paraba, a mi me gusta que me visiten, ser anfitriona y él siempre me dejaba sola. Nos separamos por un tiempo en el 2008, yo estaba tranquila, lloraba pero por mi hija trataba de mantenerme en pie; él, en cambio, me hizo la vida de cuadraditos, lloraba, me perseguía, se hacía la víctima, era horrible. Un día sentí que lo extrañé, lo llamé, hablamos y me prometió cambiar, así que volvimos.
Empezamos a comer perdices otra vez, quedo embarazada nuevamente, pero yo sabía que las cosas no eran iguales, no estaba enamorada, sentía que lo había llamado en un momento de soledad. Tratamos de sobrevivir un tiempo pero nada, empezaron las discusiones y recién ahora está a punto de ser oficial y legalmente mi ex. Pero se ha convertido en una piedra en el zapato, y les cuento porqué:
- Antes no usaba el anillo de matrimonio porque se le olvidaba/Ahora no se lo quita y me critica el que yo no lo use (vivimos en la misma casa pero tenemos cuatro meses separados).
- Antes se iba de fiesta solo desde los viernes y no volvía hasta los domingos, y llegaba a dormir / Ahora no sale y no toma, pero lo peor es que me quiere acompañar a todos lados, incluso al trabajo.
- Antes yo lo incitaba a tener sexo y muchas veces me rechazó, ni se daba cuenta qué ropa interior usaba y ni le importaba, hasta tuvo el atrevimiento de regalarme pantaletas de señora para mi cumple / Ahora tiene vista láser y se da cuenta cada vez que me compro ropa interior nueva y hasta se conoce las marcas que uso, eso sin contar que TODOS los días anda "listo" como para grabar una peli porno...
- Antes no me acompañaba a ningún lado/Ahora se da vueltas por mi trabajo, y si no ve mi carro (como hoy) me llama para saber si estoy en la oficina y sí le contesto afirmativo me dice que me asome que se robaron mi auto!!! (no se asusten no se robaron mi auto, estaba estacionado en un sitio donde él no lo veía).
- Antes siempre le escribía cartitas, textos, mail y él no los leía/ Ahora él me escribe y si no le contesto arma el drama, me ha pintado el carro y todo con mensajitos.
- Me revisa el teléfono, la cartera, la lonchera (donde llevo el almuerzo al trabajo, si no me lo como para él significa que "alguien" me invitó a almorzar), huele mi ropa y me huele a mi.
- Ahora dice que me ama, que no puede vivir sin mi y que por el bien de la familia debo darle otra oportunidad, que él está sufriendo mucho. Por favor, ¿y lo que yo sufrí?A mí me dieron y me dan ataques de ansiedad horribles, he perdido unos 14 kilos (¿debería agradecerle no?) pero siento que lo estoy superando entonces, ¿por qué retroceder?
Aún no es oficialmente mi ex, creo que podríamos ponerlo en lista de espera, para matarlo, porque pinta que va a ser un psicótico.
Mi primer y único novio lo tuve a los 17 años, con él me casé a los 24 y hasta hace poco éramos felices comiendo perdices. Ahorita tengo 31 años y llevamos juntos casi 14. A los 26 tengo a mi primer hijo, y desde un poquito antes las cosas estaban cambiando entre nosotros. Yo estaba muy enamorada pero él no me daba mucha bola: discusiones y peleas de por medio, yo no soy de salir mucho y él no paraba, a mi me gusta que me visiten, ser anfitriona y él siempre me dejaba sola. Nos separamos por un tiempo en el 2008, yo estaba tranquila, lloraba pero por mi hija trataba de mantenerme en pie; él, en cambio, me hizo la vida de cuadraditos, lloraba, me perseguía, se hacía la víctima, era horrible. Un día sentí que lo extrañé, lo llamé, hablamos y me prometió cambiar, así que volvimos.
Empezamos a comer perdices otra vez, quedo embarazada nuevamente, pero yo sabía que las cosas no eran iguales, no estaba enamorada, sentía que lo había llamado en un momento de soledad. Tratamos de sobrevivir un tiempo pero nada, empezaron las discusiones y recién ahora está a punto de ser oficial y legalmente mi ex. Pero se ha convertido en una piedra en el zapato, y les cuento porqué:
- Antes no usaba el anillo de matrimonio porque se le olvidaba/Ahora no se lo quita y me critica el que yo no lo use (vivimos en la misma casa pero tenemos cuatro meses separados).
- Antes se iba de fiesta solo desde los viernes y no volvía hasta los domingos, y llegaba a dormir / Ahora no sale y no toma, pero lo peor es que me quiere acompañar a todos lados, incluso al trabajo.
- Antes yo lo incitaba a tener sexo y muchas veces me rechazó, ni se daba cuenta qué ropa interior usaba y ni le importaba, hasta tuvo el atrevimiento de regalarme pantaletas de señora para mi cumple / Ahora tiene vista láser y se da cuenta cada vez que me compro ropa interior nueva y hasta se conoce las marcas que uso, eso sin contar que TODOS los días anda "listo" como para grabar una peli porno...
- Antes no me acompañaba a ningún lado/Ahora se da vueltas por mi trabajo, y si no ve mi carro (como hoy) me llama para saber si estoy en la oficina y sí le contesto afirmativo me dice que me asome que se robaron mi auto!!! (no se asusten no se robaron mi auto, estaba estacionado en un sitio donde él no lo veía).
- Antes siempre le escribía cartitas, textos, mail y él no los leía/ Ahora él me escribe y si no le contesto arma el drama, me ha pintado el carro y todo con mensajitos.
- Me revisa el teléfono, la cartera, la lonchera (donde llevo el almuerzo al trabajo, si no me lo como para él significa que "alguien" me invitó a almorzar), huele mi ropa y me huele a mi.
- Ahora dice que me ama, que no puede vivir sin mi y que por el bien de la familia debo darle otra oportunidad, que él está sufriendo mucho. Por favor, ¿y lo que yo sufrí?A mí me dieron y me dan ataques de ansiedad horribles, he perdido unos 14 kilos (¿debería agradecerle no?) pero siento que lo estoy superando entonces, ¿por qué retroceder?
Aún no es oficialmente mi ex, creo que podríamos ponerlo en lista de espera, para matarlo, porque pinta que va a ser un psicótico.
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Desde la trinchera,
Este también merece la muerte
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