viernes, 21 de enero de 2011

Alguien va a morir...

Último momento:

Un estudió reveló que 28 millones de parejas se rompieron a causa de Facebook durante el 2010. Además, el 95 por ciento de los usuarios buscó al menos una vez a una ex pareja, lo que provocó reencuentros y varias separaciones.

¿Para qué? ¿Ustedes, buscaron a sus ex en Facebook?

lunes, 17 de enero de 2011

Por si alguien no se enteró...

Todos pero todos los ex del mundo, tiemblen. La noticia se expande en programas de radio y medios gráficos, cada vez son más los que conocen la existencia de este libro: ¡sus días están contados!

Acá algunas repercusiones:

Tapa de Cosmopolitan: "Vengate de tu ex"



La nota, con una foto bebé del libro


Revista Maru Botana (enero), con una columna de humor: "Me tocó un hombre con combo".


Diario Clarín, suplemento Buena Vida, viernes 7 de enero


Revista MIA (Editorial Perfil)


En éste link, verán una nota que escribí especialmente para la web destinada a la mujer de Clarín (pueden dejar comentarios) y acá, la nota que salió en la web del Argentino.



Por las librerías:

El afiche...



Mar del Plata, librería Polo Norte


Cruzamos el charco: Punta del este, librería Papacito

En el estante, en pesos uruguayos...


En la vidriera...



Habrá más novedades en este boletín. Los interesados pueden conseguirlo en cualquiera de éstos puntos de venta y si ya tienen su ejemplar, envíen su foto a Capitanitadelespacio@gmail.com

Gracias por apoyar la iniciativa... ¡Muerte a todos los malditos!

lunes, 10 de enero de 2011

Para muestra, sobra un botón...

Para los interesados que aún no pudieron reunirse con el libro, acá va un adelanto...



Hay una constante que se repite, una frase que une todas mis relaciones, unas tras otra: "Sos muy celosa". Injustamente, cada uno de los hombres que pasaron por mi vida intentaron justificar sus actos macabros detrás de esa falacia. Así me intentaban hacer creer que la loca paranoica era yo y que con ésa sola frase los iba a eximir de culpa y cargo. Nunca me comí el cuento. Cada vez que lo necesito voy a terapia a resolver mis problemas, no me tiren encima los suyos. Háganse cargo.


Las situaciones eran de lo más diversas, pero ahí estaban ellos para repetir el modelo. Para muestra, sobra un botón: "¿Nene, cómo puede ser que salgas todos los sábados con tus amigos?"... "Es normal, vos sos muy celosa"; "¡Pero te estás acostando con tu mejor amiga!"... "No exageres, vos sos muy celosa"; "¿Por qué tu compañera se quedó a estudiar toda la noche en tu casa?"... "Por favor, ¿qué tiene de malo? Vos sos muy celosa"; "¿Por qué agregas todos los días a alguna trola nueva al Facebook? Me revientan esas nenas que se sacan fotos en el baño, miran a la cámara haciendo trompita, se anudan la camiseta sobre el ombligo y direccionan el zoom desde arriba, para enfocarse de lleno las tetitas. ¿Todas tienen que ser tus amigas?"... "Podrían ser mis hijas (?). Vos sos muy celosa".


Basta, ¿no les enseñaron otro latiguillo? Ah sí, un par más conocen: histérica, exagerada, paranoica, desbordada y la más usada, la número uno, hincha pelotas. ¿Qué fácil sería la vida si cada vez que alguien me dice algo que me molesta la hago callar con un: "No seas hincha pelotas"? Qué liviano sería todo. Por favor, ¿ustedes pasan la noche en un cabaret barato con cuatro locas sentadas arriba de su falda y yo soy la loca?


En fin, este libro no es más ni menos que la coronación de mi catarsis que arrancó hace tres años en el blog Capitana del espacio, siguió en Matemos a los ex y ahora termina acá, con la creación de este libro. No se acaba la matanza, pero esta es la frutilla del postre, la posibilidad de inmortalizar parte de mi historia (y la de ustedes). Una forma extraña de hacer justicia por mano propia: Vos me jodiste tanto tiempo, tomá temblá, hasta que no leas el libro en su totalidad vas a estar con la cola entre las patas, ¿y si te nombro? ¿Y si lo lee tu nueva mujer y se entera de lo que realmente sos? Me encanta, sus miedos me vuelven loca de alegría.


No pienso parar, quiero invadir todo, sueño con que este libro llegue a todos lados y debo aclarar que no me mueve la ambición económica (nadie se volvió rico escribiendo un libro, salvo que en la tapa diga "Harry Potter y la piedranosecuanto", obviamente no es el caso). Mi motor es mucho más grande, la venganza es la gasolina que alimenta mis venas. Quiero que las ex parejas de cada una de las personas que mandaron su historia tengan miedo hasta el final, que deban leer el libro a escondidas de su nuevo entorno; que tengan que forrar la tapa con papel araña azul y ante la pregunta insistidora de su mujer: "¿Qué lees mi amor?", no sepan que contestar; y tengan que improvisar un insulso: "Nada importante, un manual que me dieron en el trabajo, tengo que estudiar para un nuevo curso".


Qué divertido, me los imagino encerrados en el baño con el libro entre las manos; o en los subtes camino al trabajo; o esperando que el semáforo se ponga en rojo para leer un poquito más. Ya escuchó el pum pum pum de sus corazones galopando a mil por minuto: ¿estaré o no estaré? ¿Esta guacha se animó a mandar nuestra historia? Y la guacha que sí se animó, ahora está sentada en una silla mecedora cruzada de brazos, esperando el tan ansiado llamado, con una sonrisa socarrona. "¿Usted es Fulanita? Su ex pareja acaba de ingresar a la guardia de un hospital, entró con palpitaciones, con el último aliento, pidió que por favor la llamemos a usted". Ay querido, se dieron vuelta los papeles, ahora estás comiendo de mi mano: "Dígale que no puedo ir, que tengo una vida fabulosa y que no puedo dejar de disfrutarla ni un minuto. Pero por favor, eso sí, hágale saber que me interesa que se mejore. Gracias señora por comunicarse y darme esta noticia tan preocupante".


Listo, no hay más vueltas. Se larga la maquinaria de venganza. Si logramos que, en algún lugar del mundo, al menos un ex sufra ése miedo incontenible, este libro valió la pena.

lunes, 3 de enero de 2011

MI ex, un gran consejero...

Paula, una cordobesa de 28 años, mandó su historia para que forme parte del libro Matemos a los ex. La compartimos también en el blog.



Llegó un momento del duelo en el que empecé a salir con otros hombres, a veces con más suerte que otras. Un par de noches volví desecha, me topé con cada tarado que me hacía recordar cuánto extrañaba a mi ex. A la distancia uno añora los buenos momentos, los inicios de la relación donde tan felices éramos y no podía creer tener que volver a empezar. Pero también pensaba que por algo se había terminado y estaba convencida que tenía que seguir adelante.


En uno de esos encuentros armados, ésta vez por un compañero de trabajo, quedé deslumbrada. Estábamos jugando al bowling con los chicos de la oficina y cayó él de “sorpresa”. No podía creer lo lindo que era, a los dos minutos ya hablábamos como si nos conociéramos de toda la vida. Al otro día nos vimos solos, fuimos al cine y un día después se quedó a dormir en mi casa. Nos hicimos inseparables y nos reíamos mucho juntos.


Una semana después me mandó un mensajito mi ex, decía que me extrañaba y pretendía pasar a buscar algunas cosas que aún tenía en mi casa.


Contraté un auto, puse todos sus bártulos en el baúl y le pedí que no me llamara nunca más: “¿Te acordás que hasta hace unas semanas te pedía por favor una oportunidad y vos me decías que mejor no, que no perdamos más tiempo, que sigamos adelante? Te hice caso, tengo un hermoso hombre durmiendo al lado mío desde hace una semana. Gracias por el consejo, me ayudaste un montón. Un beso, ahí deben estar por llegar tus cosas”.